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  • Foto del escritorDavid Torregrosa

COLLEZIONE: ZINGERS. Súper Drag.

Como enfermo terminal de competición eslotera y envenenado del hobby, durante estos mas de 20 años corriendo me he permitido correr con lo que me ha dado la gana, lo cual no necesariamente ha supuesto merma en mi palmarés.


En venta por una cifra de tres dígitos.

He corrido con el R5 de mi tío que presenté por aquí hace poco, con un Porsche 936 cuando el que dominaba era el Ferrari 312; con un Corvette, con un Nissan, con el Aston cuando el que dominaba era el Mosler.


Incluso con codiciadas ediciones limitadas, como mi 956 de Slot.it "Driver Edition" del Europeo, también lo he hecho correr.


He de confesar que me ha costado verme en una competición que coincidan ambos mundos y que no lo haya hecho en slot. Puestos a soñar y tal como soy en las carreras, tendría que ser algo muy, pero que muy bruto.


Agarralo. Si puedes.

Me viene a la cabeza el 917/30 del ilimitado campeonato Can Am de 700kg de peso para 1.200cv pero, con todo, no me parece lo suficientemente radical. Por debajo de esto cualquier otra cosa se queda descafeinada y por encima no hay nada. ¿O si?


Será que me sobreviene la crisis de los 40, será que hace ya mucho tiempo que llevo en esto, pero últimamente busco no complicarme la vida en absoluto. En alguna ocasión lo he comentado. O sea, evolucionar complejos bastidores y dar vueltas a un circuito 24 horazas no está mal, pero ¿para qué tanta parafernalia si la disputa por saber quién es el mas rápido se puede resolver en escasos segundos? Aquí es dónde los yankis son los nº1 y tienen una modalidad que me tiene EN-GAN-CHA-DI-SI-MO. Las Drag Races del campeonato NHRA.



Sólo de soñarlo, se me acelera el corazón sintiéndome piloto de la categoría mas pepino, la TOP FUEL. Estas singulares criaturas del averno, alargadas, de ruedas descubiertas y elevado alerón posterior están pegadas a un motoraco V8 de 8.200cc. Si esto es poco, encima se le pone un compresor Roots tan grande y capaz de insuflar tanto aire dentro del motor que para su accionamiento se requieren unos 100cv de fuerza. Y lo mejor de todo, alimentación por Nitrometamo. Este combustible tiene menos capacidad calorífica que la gasolina convencional, pero se emplea por dos razones. La primera que tiene una mayor velocidad de combustión y, segunda, que es capaz de arder incluso sin la presencia de oxigeno, algo vital en estos motores que cuando van a tope, la mezcla en el interior de los cilindros queda en el filo de la saturación hidráulica. En estas condiciones, las bujías elevan su funcionamiento a los 44 amperios y casi que podrían llamarse magnetos.

De aquí salen 10.000cv de potencia.

Con estas exigencias quedan destruidas hacia la mitad de los casi cuatro segundos de carrera, con lo que la otra mitad el motor finaliza prácticamente funcionando bajo autodetonación y, al acabar, el piloto lo que hace es cortar el suministro de rico nitrometano. En cada largada el motor no llega a realizar mas de 2.000 giros en total, por supuesto queda destrozado y toca reconstruirlo entre carrera y carrera.


Esta máquinas definitivas de sembrar el caos y la destrucción masiva a su paso (a veces en sentido literal) rinden entre 8.000 y 10.000 cv de potencia. No sé a vosotros, pero con estas cifras, a mi, cualquier otra cosa me sabe a muy poco.


Para preservar la seguridad, en 2008 la NHRA acortó la distancia de las carreras pasando del mítico 1/4 de milla a 1.000 pies (300m) Pese a ello, el año pasado se batió el récord al recorrer esa distancia en 3,6 segundos y pasar por la línea de meta a 544 km/h. Y no, no me he equivocado con las cifras.



Para hacerse una mejor idea de lo que anda un bicho de estos, pongamos que vas con tu Ferrari a 250 km/h. Pues justo cuando te pones a la altura de un Top Fuel parado, este tomaría la salida y 200 metros después (apenas un par de segundos) te habría dado alcance, sobrepasándote como si estuvieras parado con un atronador sonido apocalíptico de la muerte, dejándote atrás sin que pudieras hacer nada para evitarlo. Sólo si iniciases la carrera a 300km/h tendrías posibilidades reales de ganar.


Tal es la fuerza de aceleración que son capaces de generar, que en los menos de cuatro segundos que dura la carrera los pilotos llegan a soportar picos de 8G.


Alguno dirá que acelerar en una recta no es divertido. Yo digo que estos son aparatos tan difíciles de llevar rectos que no hacen falta curvas.

Aguántame el Par de Torsión

En el momento de la arrancada, el propio giro del motor hace que se cargue mas la rueda derecha que la izquierda. Si gestionar mas de 8.000 cv no es fácil, imagínate cuando no se trasfieren equitativamente al suelo en cada rueda. ¿Qué puedes tener? ¿5.000 cv a una rueda y 3.000 en la contraria? A partir de ese momento el piloto tiene que lidiar con el volante y unas finísimas ruedas de bicicleta delanteras para llevarlo recto. Si habéis visto bien una de estas carreras, os habréis fijado en que nunca van rectos, si no ligeramente ladeados. Ir de lado a mas 500km/h...¿para qué necesitas curvas?



En slot básicamente tenemos estas carreras en algunas largadas de madera, con coches que se pueden hacer exprofeso para tal menester, teniendo la americana PARMA, coches y motores ex-profeso. Si en el HNRA no puedes saltarte el semáforo en rojo, en slot se colocan los coches a unos 20 / 30 cm de la línea de salida y la gracia reside en calcular cuando apretar a fondo de manera que, cuando el semáforo haya terminado la cuenta atrás, tú tengas el coche lanzado para justo pasar por el marcador.


En serio no tengo ninguno, pero si que me hice mi propio slot de una maqueta caricaturizada, con el big block grotescamente grande, que me encantó hacer. Hasta respeté el orden de los cables de encendido. Como siempre, siento no disponer de mas fotos, pero bien sabéis de lo lejos que me pilla mi colección...



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