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  • Foto del escritorDavid Torregrosa

BOLA EXTRA: Top Drivers 2007. Cuando menos te lo esperas, el diablo va y se pone de tu parte.

Actualizado: 24 mar

Las 24 horas Top Drivers (ahora MasterSlot) del año 2007 venían mas calientes que Schumacher en Spa yendo al box McLaren a pedir explicaciones a Coulthard.


Schumacher en Spa 98 mas cabreado que una mona hacia el box de McLaren para hablar pacíficamente con Coulthard. Menos mal que Domenicalli y Tod le convencieron de lo contrario.
Schumacher en Spa 98 mas cabreado que una mona hacia el box de McLaren para hablar pacíficamente con Coulthard. Menos mal que Domenicalli y Tod le convencieron de lo contrario.

Por aquel entonces la joven carrera estaba en proceso de consolidación y aquel año un buen grueso de los equipos mas potentes del panorama nacional, Cric Crac, Mopsmis, A Cuchillo y AlbaRacing, se dieron cita para ver quién podía más. Ya hasta aquí sería todo relativamente normal si no es por la rivalidad entre equipos, exacerbada en el caso de A Cuchillo y AlbaRacing.


Había nivel, y trampas.


Os cuento el salseo, que es lo que habéis venido a leer. Por un lado tenemos que los dos primeros equipos vienen de Cataluña a pretender ganar una carrera a Madrid, cosa que los madrileños tratarán de evitar. Y, de estos dos, Cric Crac busca resarcirse varias segundas posiciones del Resisbarna, mientras que Mopsmis busca revalidar su título.


Pero el salseo gordo, pero gordo, gordo, lo tienen entre los madrileños A Cuchillo y los Albaceteños AlbaRacing, con una pique que viene de largo. Bajo mi punto de vista todo empieza cuatro años antes, cuando se estrena la primera edición del Campeonato de Madrid de Resistencia que gana sin mucha dificultad el equipo venido desde Albacete. ¿Cómo? ¿Qué es esto? ¿Un equipo de un sitio dónde solo crían cabras y que no figura en el mapa, enseñando cómo se corre en la capital? Con el tiempo, fuentes fidedignas me confirmaban que había una parte de los pilotos que, tirando del tópico, no les sentaba especialmente bien este hecho.


Esta pareja sembró el caos y la destrucción masiva a su paso en el 2004

Si bien aquel año discurrió con normalidad, al siguiente, con la entrada en escena de A Cuchillo, casi llegan a haber más que palabras. Ahora ambos equipos son un estorbo mutuo, y mucho, en su objetivo para subir al cajón más alto. Lo ocurrido en la segunda de las cuatro carreras resultó uno de los episodios más bochornosos no solo de la historia del slot, sino que me atrevo a elevarla al mundo del motorsport.


Si bien la primera carrera sumaba una cómoda victoria en el circuito de casa para el equipo A Cuchillo, la segunda cita en territorio neutral se ponía a favor de los de Albacete, que estrenaban un evolucionadísimo Dome Judd de SCX con chasis hand-made… ¡de cuatro piezas! Aquel coche era un tiro. En el previo de carrera ya estaba parte del personal nerviosito y en los entrenamientos libres comenzó el asedio por parte de una organización, que era juez y parte. La primera jugarreta en contra del equipo albaceteño obligaba a cambiar el motor NC-3 bajo el pretexto de que “estaba chutado” (como si el de los rivales no…)


Pese a ello, los de Albacete comenzaron la carrera poniendo tierra de por medio hasta que les sobrevino la segunda jugarreta. En mitad de la manga, “alguien” detiene la carrera sin previo aviso bajo el pretexto de que los neumáticos albaceteños “manchaban” la pista. A ver, lo que realmente ocurría es que manchaban mas que el resto, pero claro, había que buscar algo con lo que detener el incipiente escarnio.


Este ultraje acarreó consigo alta y dura discusión, protestas que no evitaron que se repitiera la salida con todos los coches equipados con las mismas ruedas nuevas compradas, creo que in situ, allí mismo.


La carrera terminó, como no podía ser de otro modo, con una victoria para los de A Cuchillo que AlbaRacing recurría al darse cuenta de que el GT-One de sus rivales no llevó pegados los pontones laterales exactamente en la misma posición que el coche original, tal como exigía el reglamento. Evidentemente la organización, que recuerdo era juez y parte, no quiso atender a la reclamación, lo que provocó la segunda, sonadísima, acalorada y enaltecida discusión entre equipos, con enfrentamientos, reproches mutuos (básicamente cruces de acusaciones por demostrar quién era más tramposo, cómo no) cuya duración de varias horas hizo sino por minar el campeonato, que quedó suspenso y sin celebrar las dos y últimas carreras siguientes.


Al poco, A Cuchillo ganaba las 24 horas de Alcorcón mientras que AlbaRacing se quedaba fuera gracias a otra jugarreta, en este caso burocrática, y en este caso de su ex sponsor, la tienda por entonces sita en Cartagena, Hobby Slot (no confundir con la marca de coches) quienes los dejaron fuera para que pilotos de su familia pudieran correr. Desde aquí sólo diré que todo lo malo que les pase se lo tienen merecidísimo.


En el año 2005 el Campeonato de Madrid de Resistencia retoma su actividad con normalidad y un renovado equipo albaceteño (además de nuevos pilotos, con los ánimos y la testosterona rebajados a unos niveles no estúpidos, la verdad sea dicha) se lleva el gato al agua. A Cuchillo no participaba pero sí lo hacía en lo que resultó la primera de la tradicional Masterslot, que empezó llamándose Top Drivers, subiendo a lo más alto del podio, seguido de AlbaRacing.


En 2006 todo era tranquilo como una balsa de aceite. Al campeonato de Madrid de Resistencia no se presentó ninguno de aquellos enemigos íntimos, pero si lo hacían en el Top Drivers dónde repetirían orden, solo que un escalón más abajo al estrenarse con victoria el hoy ya mítico equipo de Cardona, Mopsmis.


Y a partir de aquí la cosa vuelve a ponerse mas caliente que los empastes de un dragón. Agárrate a la silla, o dónde puedas que sea dónde leas esto, que de AlbaRacing emigró un piloto a la filas de A Cuchillo y de A Cuchillo emigró un piloto a las filas de AlbaRacing. Junto a otro fichaje estelar y que la organización del Campeonato de Madrid de Resistencia tenía cierta independencia, hizo que para el año 2007 el panorama competitivo volviera a estar más tenso que Doraemon en un control de aduanas.


AlbaRacing pegaba fuerte. Logró el hito de vencer en el, hasta entonces, inexpugnable y mítico circuito Cibeles Slot y repetía posición en las 8 horas de Murcia o en las 12 horas de Utiel, ambas preparativas para la Gran Carrera. Esto les colocaba muy mucho en el punto de mira, como así les quedó advertido tras otra cuestionable sanción tras adjudicarse otra carrera del madrileño campeonato regular.


Esto nos pone de vuelta al día D, en dónde por unanimidad claramente se vaticinan dos carreras. La de Cric Crac, Mopsmis, A Cuchillo y AlbaRacing, y la del resto. Sobra decir que haya cuatro equipos para disputarse los tres cajones del podio hace sino ponerse a cualquiera más nervioso que Robocop en una tienda de imanes. Uno se va a quedar fuera si o si.


Para los de Albacete el mismo viernes de los entrenamientos la cosa empieza mal. Las luces traseras de su coche fallan y no terminan de funcionar conforme a las especificaciones del fabricante, por lo que pasan varias horas en boxes sustituyendo el chip en vez de estar afinando el Set Up como el resto. De vuelta a la pista, el fallo persiste como si un ente invisible no quisiera que aquello se remediara. Conscientes de que para ganar su coche tiene que ser irreprochable, paran nuevamente a sustituir el kit de luces por uno confiable aunque algo más pesado, terminando media hora justa para probar que todo funcionaba correctamente y que el Set Up del coche de reserva había sido copiado correctamente.


El comienzo de la carrera pone a los dos principales favoritos como primeros, A Cuchillo seguido de Mospmis. Es, de hecho, el equipo madrileño quien empuja a un ritmo descomunal con coche que les funciona a las mil maravillas.


El demonio de la mala suerte ahora se ceba en Cric Crac, a quien le dejan de funcionar los mandos, empujando al equipo a lo más bajo de la clasificación, dando un falso respiro a los otros tres gallos del corral.


El coche de Cric Crac antes de que fallasen los mandos.

Insaciable, el diablillo quiere más sangre y no mucho mas tarde fija su objetivo sobre Mospmis, a quien poco le dura el pulso por la victoria cuando un tornillo partido los fuerza a una parada en boxes para el cambio de la bancada completa, dada la imposibilidad de extraer el cuerpo del tornillo aferrado en una de las roscas.


El coche de Mospmis antes de romper un tornillo.

Mientras, a la chita callando, AlbaRacing se coloca segundo, aunque a muchas vueltas de los primeros.


Aquella edición del Top Drivers presentó varias particularidades. Una de ellas, que la de 2007 fue la única edición en celebrarse dentro de un pabellón, mas pequeño, que no es el de siempre. Otra y muy importante, el interés por participar en la carrera fue tan desmesurado que no solo se vieron obligados a montar cuatro pistas de ocho carriles, es que no quedó mas remedio que añadir cuatro pistas cero para acoger a los 36 equipos.

En estas pistas cero, el coche queda parado sin rodar. Como se va rotando, al final todo queda compensado. El problema viene porque en la pantalla de seguimiento de carrera esto no queda advertido, lo que hace muy difícil el seguimiento de la misma.

La tercera cuestión reseñable es que la organización se pasaron tres pueblos con la etapa nocturna, ya que no se veía absolutamente nada, con las tremendas complicaciones que ello contrajo.


Pon una foto negra y es lo mismo que se veía de noche.

Y tal como reza la ley de Murphy, si algo puede fallar, FALLARÁ. Pasada la media noche un revuelo se hace evidente, aunque casi nadie sabe qué ocurre aún. ‘Se tratará del típico ajetreo de boxes por apresurarse a reparar una rotura’- pensamos la mayoría. Pero aquello, lejos de cesar, iba en aumento, se estaba haciendo viral. La respuesta estaba en la pantalla de control de carrera para asombro de todo el mundo. A Cuchillo, que iba primero destacado, por algún motivo se vio, en un abrir y cerrar de ojos, en tercera posición con 60 vueltas menos.


El coche de A Cuchillo antes de quedarse aparcado.

El accidente ocurrido no fue otro que la tormenta perfecta de todo lo que podía ocurrir pues, en un descuadre, en plena oscuridad, con un control de carrera que no advierte de las pista cero, los de A Cuchillo sufrieron un desafortunado despiste con el coche detenido en pista, creyendo que estaban en pista cero, cuando en realidad estaban en tiempo de carrera.


El diablo se puso de parte de los de Albacete, que tomaron el liderato, y un poco también de parte de Cric Crac, que emergieron desde los infiernos para aparecer en la segunda plaza. Un liderato para los manchegos que ya no soltarían ‘ni para Dios’ y que defendieron como gato panza arriba pese a la feroz persecución de los catalanes, con Capel y un Sererols que frenaban su GT-One mucho más allá del límite razonable.


El coche de AlbaRacing después de cambiar tres kit de luces.

No pudo saber a menos la tercera posición para los chicos de A Cuchillo, mientras que Mospmis cerraban en cuarta posición este coto privado de ganadores.


Una carrera y una edición míticas en las que todos los equipos de cabeza sufrieron importantes infortunios, sólo que esta vez el orden de los factores si alteró el producto.

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