Es para mi un placer que la primera entrada en este blog vaya dedicada a una persona, que en realidad es un amigo, a la que conozco desde siempre y por la que profeso gran admiración. Pongámonos en contexto. Esta entrada, como algunas otras, toma como escusa el tema semanal propuesto en SLOTBOOK (Facebook) que rezaba "Pilotos que deberían tener mayor reconocimiento". En dicho grupo se promulga un altísimo culto al automóvil, pero nadie propuso a ningún piloto de slot, por lo que decidí a través del siguiente aporte enmendar tal desaguisado con el pequeño relato que sigue a continuación. Va por ti Jordi!
¿Pero esto es un grupo de slot o de qué? Que no hacéis otra cosa que poner a gente que no ha tocado un mando en su vida. Voy a pedir que me devuelvan el dinero, no estoy yo muy conforme con el tema de la semana.
Si hay un piloto de todos los que yo conozco (y, para quién no lo sepa, llevo varios cientos de miles de kilómetros hechos compitiendo en media España y parte de Europa) hay un virtuoso del que muy poco se habla en las competiciones y a quien, sin embargo, no ceso de poner una y otra vez como piloto ejemplar cada vez que surge el dichoso tema sobre cómo pilotar o hacer una carrera.
Esta persona se llama Jordi Gurrera y yo quiero ser igual que él de mayor. Supongo que a vosotros os sonará igual que a mí me suenan los tipos esos que ponéis que nunca han jugado al Scalextric, pero Jordi es un envenenado total del hobby hasta el tuétano. Lleva muchos más años que yo en esto (casi nada) y compite, organiza, colecciona, en 1:32, en 1:24. Es el típico slotista total ferviente amante de la pista eléctrica. No tiene Facebook pero le estoy tentando para que se haga un perfil y se meta en este grupo, ya que sería un fichaje a la altura del extraordinario Jordi Sobrevals, puesto que también tiene muuucho para contar. No obstante tiene un blog personal del cuál os paso el enlace para que le conozcáis y comprendáis la dimensión de su obra:
Como piloto, que es a lo que iba, hace magia con los tiempos por vuelta. Me explico. Llegamos a cualquier carrera y, a lo mejor ese día, voy como medio segundo más rápido que él. Esto me coloca a mí en posición de poder ganar la carrera y a Jordi en mitad de la tabla. Pues termina la carrera y, si no me ando con cuidado, me adelanta por la derecha sin despeinarse, por no mencionar las veces, que efectivamente, me ha tomado la delantera. Claro, el día que Jordi “sólo” está a dos décimas de mí, me olvido todo y mejor me voy a casa. Esto es porque nunca comete errores. Y cuando digo nunca es que, como lo cometas y te adelante, date por jod**o. Puedo decir que jamás he visto a nadie practicar una conducción tan precisa, concentrada y cuidadosa con el coche. Jordi es siempre una apuesta segura. Junto a él he tenido la suerte de, en múltiples ocasiones, hacer equipo y siempre se nos ha dado muy bien (en plan que o hacemos podio o ganamos) Para mí, que echo espuma por la boca cada vez que empuño un mando (soy Dr. Jekyll y Mr. Hyde, pero en este tema ya tendremos tiempo de profundizar) es de capital importancia tener alguien al lado que temple mi ímpetu y de quien no tenga que preocuparme porque haga bien su trabajo. Sin duda Jordi es la persona adecuada.
Os pongo también el enlace de una épica carrera en la que nos juntamos y, por supuesto, las fotos del coche protagonista, un Mosler de NSR con los colores de AlbaRacing.
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